Ensayo
sobre René Descartes
También
llamado Cartesius, nació en la Haye, en
la Turena Francesa, el 31 de marzo de
1596 y murió en Estocolmo, 11 de febrero
de 1650, fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el
padre de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la
revolución científica, a este filósofo se le conocía como Cartesius, que era la
forma latinizada en la cual escribía su nombre, este deriva de la palabra cartesiano, formuló el célebre
cogito ergo sum, elemento esencial del racionalismo occidental, el mismo
escribió una parte de sus obras en latín, que era la lengua internacional del
conocimiento y la otra la realizó en francés, así mismo en física está
considerado como el creador del mecanicismo como en matemática, de la geometría
analítica, no obstante, parte de sus teorías han sido rebatidas teoría del
animal-máquina, o incluso abandonadas, teoría de los vórtices.
Su método filosófico y
científico, que expone en reglas para la dirección de la mente (1628) y más
explícitamente en su discurso del método (1637), establece una clara ruptura
con la escolástica que se enseñaba en las universidades, el mismo está caracterizado
por su simplicidad en su discurso del método, únicamente propone cuatro normas
y pretende romper con los interminables razonamientos escolásticos, de ahí, que
toma como modelo el método matemático en un intento de acabar con el silogismo
aristotélico empleado durante toda la edad media, consciente de las penalidades
de Galileo por su apoyo al copernicanismo intentó sortear la censura
disimulando de modo parcial la novedad de las ideas sobre el hombre y el mundo
que exponen sus planteamientos metafísicos, unas ideas que supondrán una
revolución para la filosofía y la teología.
Este filósofo y
matemático francés ejerció una gran influencia en el pensamiento europeo del
siglo XVIII, su discurso del método, para conducirla correctamente a la razón y
buscar la verdad en las ciencias,sirvió de fundamento para que los
intelectuales europeos tuvieran una profunda confianza en la razón y en la
ciencia, debe señalarse, que su obra ocupa indudablemente un lugar fundamental
en la filosofía francesa del siglo XVIII, además, fue el primero en romper con
la Escolástica, sustituyendo el libre examen y creando el mecanicismo
científico, por esta razón, Ortega dijo
de él, que había sido “el primer hombre moderno”, su obra más importante El
discurso del método, escrita en 1637, nos presenta la metafísica cartesiana.
Cabe considerar por otra parte, pero dentro del mismo
contexto, que para este filósofo, nada le parecía merecer confianza, todo el
pasado filosófico se contradice, según él, los sentidos nos engañan con frecuencia
y, en muchas ocasiones, caen en el error. Descartes hizo de la duda el método
mismo de su filosofía, para él,“Dios”da al ser
absolutamente libre, en un acto único crea todas las cosas, las esencias
y las existencias, las “verdades eternas”, que son las que gobiernan el
universo y regulan nuestra razón. Dios está por encima del principio de
contradicción, concluyó que no sabemos si existe Dios, es decir, pero tampoco
lo contrario, no sabemos si hay Dios, pero, si lo hay, no puede engañarse,
prueba su existencia diciendo que es una idea que se encuentras en la mente y
es la de un ser infinito.
Por lo tanto, es perfectísimo, omnipotente, si esta idea no puede proceder de la nada, ni
de mí mismo, que soy finito, imperfecto y lleno de duda, el efecto sería
entonces superior a la causa y esto es imposible. Por tanto, la idea de Dios
tiene que haber sido puesta en mí, por algún ente superior, es decir, por Dios
mismo, con lo que prueba su existencia, ya para el año de 1641 escribió Las
meditaciones, tratando de construir su metafísica de acuerdo con el método,
partió de la duda crítica y creyó que sólo había algo seguro, la certeza de la
existencia por el pensamiento (cogito, ergo sum, pienso, luego existo), soy,
decía Descartes, en la medida en que pienso, en consecuencia, dice, soy una realidad pensante efectivamente, sólo
hay una cosa que no puede ser falsa, su existencia, en esta misma obra afirmaba
que si concibo la definición de un ser perfectísimo, incluye su existencia, la
conclusión es indudable.
Por otra porte, Descartes se da cuenta que la única
manera de evitar el error es centrarse en cómo se llega al conocimiento, y
construye una filosofía centrada en el método, la principal pregunta que se
hace Descartes es ¿cómo se hace para llegar a la verdad libre de toda duda? Por
lo tanto transforma la duda en un método, es decir, se trata entonces de
descubrir una propuesta de la cual no se tenga la más mínima duda, sin caer en
la formulación de conceptos sino que se logre en forma inmediata, o sea que entre
el objeto y el observador no haya nada, entonces descubre que el pensamiento
mismo es lo único capaz de alcanzar esa condición de inmediatez, el dice que,
“puede dudar de sus percepciones pero de lo único que no puede dudar es de que
está pensando”.
Es decir, de estar
consciente es de lo único que no puede dudar, de tal modo que para Descartes,
lo que verdaderamente existe es el pensamiento, y formula la famosa frase que
lo lleva a la inmortalidad: “Pienso, luego existo”, este es el origen del idealismo, de lo que sí puede
dudar es de lo que está más allá de su pensamiento, o sea de lo que alcanza a
percibir en forma mediata a través de sus pensamientos.
Después de lo anterior expuesto,Descarte, tiene una
concepción del aprendizaje, que se basa, primero, duda metódica, en busca de
una certeza, que decidió rechazar como falsa, toda afirmación de la que se
pudiese dudar, segundo, duda del conocimiento sensible, los datos de los
sentidos no son seguros, podemos dudar de ellos, de hecho, los sentidos nos engañan
a menudo, incluso no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la
vigilia, por lo que todo lo que percibimos por los sentidos podría no ser real,
en consecuencia, todos los datos de los sentidos, inclusive el propio cuerpo,
quedan a un lado en esta búsqueda de la certeza.
Tercero, criterio de
verdad, Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas
distintivas que le servirán de criterio para identificar otras afirmaciones
verdaderas, la afirmación “Pienso, existo” se presenta a la conciencia con claridad y distinción,
por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas aquellas ideas que sean claras
(ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con otras
ideas), cuarto, existencia de Dios, a pesar de haber encontrado una certeza
absoluta (“Pienso, existo”), a partir de ella un criterio de verdad, de todos
modos sigue en pie la duda que sobre todo otro conocimiento nos genera la
Hipótesis del Genio Maligno.
Debo
concluir afirmando que la obra del filósofo
antes mencionado es de importancia para el desarrollo científico, y al
mismo tiempo filosófico, porque, con el método de Descartes, comienza con el
rechazo de estas formas tradicionales de pensar sobre la verdad, de ahí, se
mantendrá una actitud escéptica hacia todo
lo que ha aprendido y todo lo que podemos percibir con sus sentidos.
REFERENCIAS:
•Juan Carlos Moreno
Romo (Coord.), Descartes vivo. Ejercicios de hermenéutica cartesiana,
Anthropos, Barcelona, 2007.
•Juan Carlos Moreno
Romo, Vindicación del cartesianismo radical, Anthropos, Barcelona, 2010.
•Martin Heidegger: «La
época de la imagen del mundo»; en Caminos de bosque, Ed. Alianza, Madrid, 1995
y 1998. Trad. de Helena Cortés y Arturo Leyte.